Cinderella Fantasy
En este tramo, la magia y el esfuerzo se unen para contar una historia llena de ilusión. Ocho bailarines abrirán la escena escenificando, con fuerza y precisión, la dura tarea de limpieza del día a día. Sus movimientos reflejan trabajo, ritmo y una chispa de esperanza, mientras el ambiente se llena de expectativas.
De pronto, la música cambia... y aparece ella de una gigantesca calabaza de 3metros de diámetro: una deslumbrante Hada Madrina, que canta, baila e interpreta con alegría contagiosa. Con su varita y su encanto, nos guía a un momento único: introduce a la joven en una calabaza mágica, mientras entona su hechizo lleno de ritmo y emoción.
Al completarse la transformación, el público presencia el milagro: una bella dama convertida en princesa, que desciende para compartir un momento mágico. Un tramo que hará soñar a grandes y pequeños, donde el trabajo se convierte en magia, y la ilusión en realidad.