Un espectacular personaje de 3,5 metros de altura, envuelto en una elegante cola de pavo real blanca que ondea al ritmo del viento. Con cada paso, encarna la escarcha del frío, dando vida al espíritu helado que da comienzo a este mundo invernal lleno de encanto.
Tras él, irrumpen en escena patinadores caracterizados como los clásicos muñecos de nieve: sombrero de copa, botones negros, bufandas de colores y, por supuesto, su inconfundible nariz de zanahoria. Con energía y simpatía, ejecutan una coreografía alegre que transforma la calle en una pista de hielo mágica.
Y como gran pieza central del tramo, llega una majestuosa plataforma que transporta un enorme muñeco de nieve de 3 metros de diámetro y 5 metros de altura. Su estructura está formada por 15 gajos que permiten apreciar su interior iluminado con luz LED, generando un espectáculo visual único que fascina a grandes y pequeños.
Un inicio de desfile deslumbrante, que invita a soñar con la belleza del invierno.